Alejandro Hernández, emprendedor de 24 años, está al frente del centro educativo Tecnoeduca, dedicado a la enseñanza de la robótica y programación y especializado en el diseño en 3D para niños.
“La idea surge al observar la aparición de nuevas tecnologías que facilitan la enseñanza de los alumnos y además del desconocimiento de gran parte de la sociedad sobre estas tecnologías”, explica Alejandro Hernández, director de Tecnoeduca. Este centro educativo especializado en robótica y programación abrió sus puertas en febrero de este año con el objetivo de acercar las nuevas tecnologías a los más pequeños.
“Los niños nacen ya en un entorno tecnológico, nosotros intentamos que aprendan a darle un buen uso”, indica Alejandro. “Los alumnos aprenden todo tipo de materias, desde matemáticas hasta biología, utilizando material educativo basado en estas nuevas tecnologías”.
La empresa cubre desde talleres diarios hasta campamentos tecnológicos urbanos. “En junio hemos estado impartiendo talleres diarios de unas 2-3 horas de Minecraft (diseño de personajes en un mundo 3D), Lego Wedo (construcción y programación de proyectos sobre diversas materias) y Scratch (programación y animación mediante bloques)”, declara el director de Tecnoeduca.
Durante el periodo de vacaciones, en julio y agosto, Tecnoeduca organiza campamentos tecnológicos por semanas y con diferentes materias a elegir. Según Alejandro, “se desarrollan por proyectos, cada semana tenemos un proyecto diferente en cada área, desde diseño en 3D hasta experimentos científicos”.
Y es que Alejandro siempre ha tenido muy claro que lo suyo era emprender. Persona muy inquieta y con grandes expectativas, ya tiene un equipo de trabajo formado por cuatro personas. “La mayoría del equipo que forma la empresa ya había trabajado en este sector. Ellos desarrollan un trabajo constante de investigación para poder ofrecer a los alumnos la mejor enseñanza posible”.
A su corta edad, ya es consciente de que emprender no es fácil. “Hemos echado en falta ayudas, pero estaba claro que no iba a ser fácil llevar a cabo el proyecto y aun menos con la inversión de material que hemos tenido que hacer”. “Lo importante es tomarse cada “no” de esas personas que no han confiado en nosotros como un reto nuevo, manteniendo la confianza y creer en tu proyecto”.