Clínica Onface: salud, tecnología y empatía en un nuevo concepto de bienestar facial.
Las doctoras Ana Hervás y Beatriz Bellón, cofundadoras de Clínica Onface, han inaugurado recientemente su nuevo espacio en la calle Cerdán de Tallada, en pleno corazón de Valencia.
El proyecto representa un paso decisivo en la evolución de la clínica: un entorno que fusiona oftalmología, medicina estética y cirugía maxilofacial, con un enfoque integral y humano de la salud facial.
Durante su entrevista en el espacio de AJEV en Valencia Capital Radio, ambas especialistas compartieron los retos y aprendizajes que han acompañado la apertura de este nuevo centro, diseñado desde cero para ofrecer una atención personalizada, tecnológica y cercana.
“Queríamos crear la clínica en la que a nosotras mismas nos gustaría ser atendidas.”
Un proyecto nacido de la sinergia y la confianza.
La historia de Onface comenzó casi por casualidad, cuando Ana y Beatriz coincidieron en una colaboración médica y descubrieron una visión común: ofrecer al paciente un cuidado facial completo, desde la mirada hasta la estructura ósea.
Con la incorporación de Carlos, cirujano maxilofacial, el equipo consolidó un modelo 360º que combina especialidades médicas complementarias bajo un mismo techo.
“La conexión fue inmediata. Compartimos la misma forma de trabajar y de entender la medicina”, explica Ana. “Nos respetamos, nos apoyamos y eso se refleja en la clínica y en cada paciente.”
Innovar sin perder el alma.
El nuevo espacio de Onface no es solo una clínica: es el resultado de un año y medio de planificación, diseño y reformas, en el que las tres especialidades se integran en una estructura funcional y elegante.
“Queríamos que la clínica reflejara quiénes somos: profesionales rigurosas, pero también humanas”, señala Beatriz. “Cada detalle, desde los materiales hasta la luz o el mobiliario, está pensado para transmitir calma, confianza y profesionalidad.”
El centro cuenta con un quirófano propio de cirugía menor, equipado con tecnología de última generación. La decisión de incorporar este espacio supuso uno de los mayores retos burocráticos y técnicos del proyecto.
“Ha sido duro, con muchas noches sin dormir, pero lo volveríamos a hacer. Porque ahora tenemos la tranquilidad de trabajar como queremos, con total seguridad y control”, afirman.
Escuchar, empatizar y cuidar.
Más allá de la tecnología, Onface reivindica el valor del tiempo y la escucha activa.
“Un paciente que se siente escuchado confía más y se cura mejor”, asegura Ana. “Nosotras dedicamos entre 15 y 20 minutos por consulta, el doble que la media habitual, porque la atención personalizada marca la diferencia.”
El diseño del nuevo espacio también responde a esa filosofía: salas amplias, una zona de descanso con café y detalles que humanizan la experiencia médica.
“Queremos que cada persona que entre se sienta cuidada desde el primer minuto, incluso antes de pasar a consulta”, añade Beatriz.
Mirando al futuro.
Clínica Onface nace con la ambición de convertirse en un referente en salud y bienestar facial, pero sin perder su esencia: la cercanía.
“La medicina está evolucionando, pero la empatía sigue siendo el mejor tratamiento”, concluyen.
Escucha la entrevista completa: