Miguel y Pablo Pérez son dos emprendedores valencianos que están detrás de la marca Tuakiri. La empresa es la suma de la unión de estos dos profesionales que, con trayectorias individuales diferentes, uno por la parte de consultoría estratégica en empresas Big Four y otro por la parte de agencia de comunicación y medios, han unido sus caminos para desarrollar un proyecto común.
En 2019 deciden unir sus áreas de expertise y crear una propuesta de servicios profesionales que ayudara a sus clientes a mejorar sus procesos de identidad y cultura corporativa así como sus modelos de organización y comunicación interna.
“Nuestra idea de marca es la expresión más breve y sencilla de lo que la palabra maorí Tuakiri significa, nuestro ADN: somos identidad, somos Tuakiri. Creemos que la identidad cultural es el corazón que mueve e impulsa a una compañía, aquella que le da la fuerza para crecer, evolucionar y generar impacto en lo que hace, en lo que es, y en lo que significa para las personas y la sociedad”, explica Pablo Pérez.
“Es también nuestra esencia, la que refleja lo que somos, nos ayuda a reinventarnos, nos exige y nos desafía. Tras un año de trabajo, de esfuerzo por diseñar nuestra propia filosofía y metodología, hoy podemos decir que Tuakiri ha llegado para “trascender”. Nuestro objetivo es esforzamos cada día por poner nuestro motion ‘Identity to transcend’ en el centro de lo que somos y hacemos”, indica Miguel.
Para que entendamos su actividad, nos ponen el ejemplo de uno de sus clientes, una empresa que tenía una cultura tradicional arraigada en sus dos socios fundadores y que quería empezar a digitalizar su propuesta y corporativizar su modelo de negocio.
Según Pablo, “no tenían nada, ni organigrama, ni estructuras, por tener no tenían ni siquiera una visión de cuál era la base de su propuesta de valor”. “Empezamos desde cero un proyecto de transformación, ayudándoles a encontrar su ADN, lo que les diferenciaba, lo que aportaban a clientes y empleados y con ellos seguimos un proyecto en el que redefinimos de principio a fin la compañía”.
“Cambiamos su modelo organizativo, sus planes de carrera, su caladeros de búsqueda de talento, su imagen de marca, hasta cómo tenían que modificar el diseño de sus oficinas para dar una mejor cobertura a la experiencia de empleado que querían conseguir”, explica Miguel. Un año y medio después siguen trabajando con ellos, acompañándoles en el proceso de integración de un nuevo portal tecnológico de clientes. “En fin, como veis, entramos por la parte de cultura y terminamos llevando esos pilares a un proyecto de evolución de compañía. Eso es trascender, y tenemos una metodología de evolución cultural que ayuda en cualquier de las fases de madurez y consolidación organizativa de nuestros clientes”, explican los fundadores de Tuakiri.
¿Cuál es su siguiente paso? Quieren desarrollar una línea de servicio mucho más aterrizada a empresas de menor tamaño, en concreto pymes o empresas de reciente creación (startups) que se enfrentan a una fase de redefinición estratégica o de escalado de sus modelos corporativos. ”Queremos ayudarles a conectar la evolución o transformación de su negocio con lo que son y hacen a nivel interno”.